Síndrome de Rubéola Congénita

Introducción

La rubéola es una infección de tipo viral que resulta bastante contagiosa, y afecta a personas de todas las edades. De acuerdo con datos de la Organización Mundial, esta patología puede afectar de una forma muy grave a las mujeres en estado de gravidez, provocándoles el llamado síndrome de rubéola congénita (SRC). Este síndrome recibe también el nombre de sarampión alemán.

El síndrome de la rubéola congénita se encuentra relacionado con una serie de problemas que se desarrollan durante la formación del feto, y que ocurren a raíz de que  una mujer en estado de embarazo se encuentra infectada por el virus de la rubéola. Durante los primeros tres meses de gestación es que existe mayor peligro de desarrollo de defectos congénitos.

Historia del síndrome de Rubéola Congénita

La historia en profundidad de la rubéola es poco conocida. No hay registros, sino más bien partes o fragmentos de memorias, convirtiéndose muchas veces informaciones vagas e incluso parciales. Sin embargo, solo se tiene certeza que, el nombre de este padecimiento fue propuesto en el año 1866 por Veabe.

Posteriormente, luego de quince años, este padecimiento fue reconocido como una enfermedad independiente desde el punto de vista clínico. En cuanto al tipo de agente responsable de este padecimiento, no fue sino hasta el año 1938 que, dos médicos de origen japonés Hiro y Kasaca, señalaron que era de origen viral.

Tres años después de conocer el responsable de esta infección, el médico norteamericano Norman Gregg, señaló la asociación que existía entre las complicaciones que sufre el feto y el desarrollo de la infección durante el embarazo.

Epidemiología del síndrome de Rubéola Congénita

Con frecuencia este síndrome suele presentar en mujeres durante las primeras 16 semanas, siendo las primeras 8 o 10 semanas del embarazo cruciales, en las que puede presentarse las más grandes complicaciones dentro de las que se pueden mencionar: aborto, dar a luz un bebé muerto o puede presentarse el nacimiento de éste pero con serios defectos de origen congénitos.

A menudo las epidemias se presentan en intervalos de forma irregular durante la primavera. Observándose en los últimos años una disminución en el número de casos en países desarrollados.

En la mayoría de los casos, este síndrome es secundario a una infección primaria materna.En los Estados Unidos la ocurrencia de esta patología resulta bastante rara.El virus responsable de este padecimiento es conocido como el virus de la rubéola, el cual pertenece a la familia Togaviridae, género Rubivirus.

Este virus se transmite por vía respiratoria, una vez que el virus ingresa por estas vías se aloja en los ganglios linfáticos a nivel del cuello donde se empieza a reproducir. En un período de 5 a 7 días el virus comienza a aparecer en el torrente sanguíneo luego del contagio. En relación con el embarazo, este virus es capaz de atravesar la placenta e infectar al feto cuando este se encuentra en pleno desarrollo, provocando una suspensión de la multiplicación celular de las células con lo cual se genera la muerte del feto.

El período de incubación de este padecimiento varía entre una a dos semanas. Se han realizado muchos estudios sobre este padecimiento que han permitido el desarrollo de una vacuna que sirve para prevenir el avance de este padecimiento.

Con la aplicación de esta vacuna se reducen grandemente las posibilidades de desarrollarlo, mientras que en los casos en los que las personas no son vacunadas, estas tienen un 90% de probabilidades de padecer este síndrome. Cuando una persona desarrolla esta patología, su organismo genera un conjunto de anticuerpos conocidos como inmunidad que los protegen de forma permanente, razón por la cual no vuelven a infectarse.

Diagnóstico del síndrome de Rubéola Congénito

Para poder establecer el diagnóstico de esta patología, se requiere la realización de un conjunto de pruebas. Estas, permitirán identificar fácilmente el padecimiento, y confirmar los síntomas del paciente.

Títulos séricos maternos de anticuerpos antirrubéola

Esta prueba se utiliza en mujeres embarazas para comprobar si se encuentra inmunizada ante el virus de larubéola. Para este procedimiento, se realizan estudios de tipo cualitativo para anticuerpos totales e inmunoglobulinas G. Esto es recomendable hacerlo en laprimera consulta de control del embarazo.La presencia de anticuerpos solo demuestra el contacto previo con el virus, lo cual es asociado con inmunidad.

Cultivo del virus o la transcriptasa inversa-PCR

Permite la detección del virus en la madre. Generalmente las muestras utilizadas incluyen: líquido amniótico, secreciones nasales, orina, líquido cefalorraquídeo o sangre. Resultando más sensibles las muestras de origen nasofaríngeo.

Títulos de anticuerpos del lactante

Estos con frecuencia se hacen de forma seriada y en muchas ocasiones va acompañada de la detección viral. En los casos en los que se observe la presencia de anticuerpos IgG específica, en bebés lactantes cuya edad varía entre los 6 a 12 meses, se sospecha de infección congénita.

Detección de anticuerpos (IgM)

Permite determinar si la paciente en ese momento está cursando con este padecimiento. Sin embargo hay situaciones en las que se puede presentar la presencia de falsos positivos.

Existe otro conjunto de pruebas que, aunque resultan inespecíficas para este padecimiento, pueden dar una idea de la presencia del virus en la sangre, siempre y cuando se acompañen de las ya descritas. Dentro de este grupo podemos mencionar: el hemograma completo con fórmula leucocitaria incluida, análisis de líquido cefalorraquídeo así como radiografías óseas que, permiten la detección de las imágenes típicas.

Además se deben incluir pruebas como: el examen oftálmico, evaluación cardíaca completa, que va acompañada de una ecocardiografía, con la que se puede establecer el diagnóstico de defectos cardíacos.

Síntomas asociados con el síndrome de Rubéola Congénita

Una vez que se desencadena este padecimiento, con frecuencia los individuos nacidos desarrollan un conjunto de síntomas y signos que son característicos del síndrome, dentro de los que podemos mencionar:

Sordera

Este síntoma es de origen neurosensorial y se ha convertido en el síntoma más común asociado con esta patología, observándose en el 58% de los casos. Además puede presentarse como único síntoma y puede presentarse de formas, bien sea afectando los dos oídos o uno solo oído. Con frecuencia se nota este síntoma luego del segundo año de vida.

Problemas a nivel de los ojos

Dentro de los problemas más comunes que afectan los ojos durante el desarrollo de este síndrome tenemos: cataratas, glaucoma infantil, así como afección no inflamatoria que afecta la retina, mejor conocida como retinopatía pigmentaria, la cual afecta el 43% de los niños que padecen esta patología y se presenta en forma de manchas pequeñas similares a granos de sal y pimienta, a nivel de la mácula del ojo. En el 80% de los casos se ven afectados ambos ojos.

Enfermedad del corazón

Se presenta principalmente cuando los niños son afectados durante los primeros dos meses de embarazo, observándose en el 50% de los casos abertura del conducto arterioso, la cual permanece abierta luego del nacimiento. También se observa estenosis a nivel de la arteria pulmonar.

En lo que respecta a la presencia de defectos a nivel auditivo y del corazón, suelen empezar a desarrollarse una vez que se cumplen las 10 semanas de embarazo. Cuando se presentan sordera aislada, se observa que se desarrolla entre la semana 13 y 16 de embarazo. Se estima que solo afecta a un tercio de los bebés que se encuentran infectados.

Existen otros síntomas asociados con el síndrome de Rubéola Congénito, dentro de los que podemos mencionar: retrasos en el crecimiento del bebé cuando este se encuentra en el útero, nacimiento prematuro, aborto o muerte del feto. También se pueden observar anomalías del sistema nervioso central, dentro de las que se incluye: incapacidad intelectual, trastornos a nivel de la conducta, disminución del tono muscular, infección que afecta el cerebro, conocida como meningitis y microcefalia.

También se puede observar que tanto el hígado como el bazo aumentan su tamaño, lo cual es conocido como hepatoesplenomegalia, acompañada de una piel que se torna de un color amarillo así como somnolencia excesiva, irritabilidad, bajo peso al nacer,entre otros síntomas.

Con el pasar de los años, los individuos que padecen este síndrome, con frecuencia desarrollan otras patologías dentro de las que se incluyen: diabetes, infecciones que se vuelven repetitivas, problemas vasculares, inflamación del tejido cerebral.

Factores de riesgos relacionados con esta patología

Los lactantes de mayor edad son considerados como individuos más propensos a contraer y desarrollar esta patología, debido a que no ha transcurrido el tiempo suficiente para que estos individuos desarrollen anticuerpo para defenderse de este y otros virus.

Dentro del útero, los bebés tienen la protección por parte de los anticuerpos de la madre, luego del nacimiento esta inmunidad comienza a disminuir. Los niños con edades comprendidas entre los 5 y 15 meses son más propensos a desarrollar este síndrome.Durante el proceso de gestación, la madre trasmite anticuerpos al bebé a través de la placenta. Gracias a estos, se reduce el riesgo de padecer rubeola al nacer.

Medidas preventivas

En la actualidad luego de tantos estudios e investigaciones científicas, se logró desarrollar y aprobar una vacuna contra el virus de la rubéola. Esta vacuna se administra con frecuencia en una dosis combinada que incluye otras vacunas como: el sarampión, y las paperas. Esta vacuna debe ser aplicada tanto en niños como niñas. Sin embargo, las niñas tienen prioridad, con la finalidad de prevenir en el futuro el desarrollo del virus de la rubéola durante los embarazos.

A pesar de que las mujeres tengan colocada la vacuna se hace necesario que durante la etapa del embarazo, estas eviten exponerse al virus, para evitar el desarrollo de este padecimiento. Además es importante tener en cuenta que, luego del nacimiento transcurre un período de tiempo que varía entre los 6 u 8 meses, en el que los bebés cuentan con protección contra la rubéola.

Tratamiento

Una vez que, una mujer embarazada contrae la rubéola, esta debe notificarle al médico, para que este pueda evaluar el estado del bebé y tome la decisión en caso de ser necesario, de provocar la interrupción del embarazo. En el caso de que, el médico considere que se le puede dar continuidad al embarazo, este recomendará la administración de anticuerpos los cuales reciben el nombre de globulina hiperinmunitaria, los cuales actúan combatiendo la infección.

Una vez que se ha producido este síndrome, el tratamiento que se les aplica a los bebés, va a depender del grado de afectación que tenga el bebé. En el caso de que se trate de un bebé con múltiples complicaciones, el tratamiento a aplicar debe ser oportuno y dirigido por un equipo de especialistas.

En el caso de los niños que experimentan la aparición de un color amarillo en la piel (ictericia), con frecuencia se hace necesaria la aplicación de un tratamiento que incluye la exposición a luces, conocida como fototerapia, y en los casos más complicados se recomiendan transfusiones de sangre, esto con la finalidad de evitar la acumulación de bilirrubina en el cerebro conocida como kernicterus.

Cuando se trata de niños con defectos en el corazón producto de este síndrome, se recomienda que estos sean sometidos a observación con la finalidad de descartar  la presencia de signos de insuficiencia cardíaca congestiva.

Complicaciones asociadas a esta patología

Con frecuencia, esta patología puede complicarse con otros padecimientos provocados por bacterias, virus, parásitos entre otros microorganismos. Dentro de estas complicaciones, podemos mencionar:

Encefalitis: la frecuencia con la que se presenta esta complicación es uno de cada 1.000 casos. Este padecimiento se presenta como una infección que afecta principalmente al cerebro, provocando eventos o situaciones asociadas con riesgo de coma, epilepsia e incluso puede ocurrir la muerte del paciente.

Convulsiones: con frecuencia se presenta en pacientes que experimentan un incremento repentino de la temperatura, en pacientes con el síndrome de rubéola congénito.A menudo esta complicación provoca la pérdida de la consciencia por un período de tiempo corto, agitación brusca que involucra brazos, piernas o la cabeza. Incluso hay casos en los que, puede haber pérdida temporal del control de los esfínteres tanto de vejiga como de intestino.

Referencias:

  1. Rubella. NCBI. Consultado en marzo de 2019.
  2. Síndrome de rubéola congénita. Wikipedia. Consultado en marzo de 2019.
  3. Rubella. World Health Organization. Consultado en marzo de 2019.